Aunque fue en la adolescencia cuando comenzó a interesarse por la música moderna, no fue hasta los años 90 cuando se atrevió adar el paso e intentar dedicarse a ello. Como cualquier joven de su generación, con las nociones básicas de tan solo un curso incompleto de solfeo y guitarra, comenzó tocando en diferentes formaciones universitarias por los escenarios de lospequeños locales de la capital, primero como bajista y posteriormente como cantante y guitarrista rítmico. Aún flotaba en el ambiente la estela sonora que había dejado a su paso laconocida movida madrileña y era época de aprendizaje para el futuro cantautor.
En 1998, cansado de vagar por inconsistentes formaciones de pop y rock, fundó, junto a su hermano pequeño Javi y su amigo de la infancia José PedroJiménez, ambos guitarristas, la que sería a la postresu banda de rock durante los siguientes 15 años, y que acabó llamándose La Montaña Rusa.
Tiempo antes, cuando la incipiente formación aún no había soplado las velas de su primer aniversario, participaron en el efímero concurso La Octava Estrella, convocadopor la CCAA de Madrid, y contra todo pronostico acabaron clasificandose ronda tras ronda hasta alcanzar el premio de las semifinales. Este repentino e inesperado éxito espoleó la carrera de la banda y apenas unos meses después entraron en contacto con la discográfica independiente Lollipop, con la que a finales de 1999, publicaron su álbum de debut, bajo el nombre de Duque Joby al que titularon “Pop Star”. El disco contenía solamente ocho cortes, suficientes para que la joven banda desplegara sus guitarras enérgicas y cierta tendencia a la melancolía en las letras, característica ésta de la que Juanma, el autor de los textos, ha ido “infructuosamente” huyendo a medida que ha ido pasando el tiempo. Presentado en directo en varias salas del territorio nacional en formato de cuarteto, una vez incorporado como nuevo miembro de la banda el batería Abraham Blázquez, el álbum no obtuvo la repercusión comercial y mediática deseada. Esto, lejos de suponer ningún revés para el grupo, produjo en ellos una sensación de transitar por el camino correcto y en los siguientes años prosiguieron incansablemente ensayando, componiendo, y grabando demos para presentarse ante productores, discográficas,etcétera …
Tiempo antes, cuando la incipiente formación aún no había soplado las velas de su primer aniversario,participaron en el efímero concurso La Octava Estrella, convocadopor la CCAA de Madrid,y contra todo pronostico acabaronclasificandose ronda tras ronda hasta alcanzar el premio de las semifinales. Este repentino e inesperado éxito espoleó la carrera de la banda yapenas unos meses después entraron en contacto con la discográfica independiente Lollipop, con la que a finales de 1999, publicaron su álbum de debut, bajo el nombre de Duque Joby al que titularon“Pop Star”. El discocontenía solamente ocho cortes,suficientes para que la joven banda desplegara sus guitarras enérgicas y cierta tendencia a la melancolía en las letras, característica ésta de la que Juanma, el autor de los textos, ha ido “infructuosamente” huyendo a medida que ha ido pasando el tiempo. Presentado en directo en varias salas del territorio nacional en formato de cuarteto, una vez incorporado como nuevo miembro de la banda el batería Abraham Blázquez, el álbum no obtuvo la repercusión comercial y mediática deseada. Esto, lejos de suponer ningún revés para el grupo, produjo en ellos una sensación de transitar por el camino correcto y en los siguientes añosprosiguieron incansablemente ensayando, componiendo, y grabando demos para presentarse ante productores, discográficas,etcétera…
Durante ese tiempo se presentaron en diferentes certámenes y festivales, consiguiendo en su haber varios premios, como por ejemplo, el tercer puesto en el certamen X Aniversario Call& Play en el año 2002, segundo puesto en el festival Pop de Boadilladel Monte los años consecutivos de 2003 y 2004, así como un meritorio segundo puesto, a nivel nacional,en la categoría de mejor grupo en directo, en el prestigioso Festival Alhama de Granada 2006 y una Mención honorífica a la Mejor letra de canción en el mismo festival.
Pero la aventura proseguía y alguna de las canciones que grabaron durante ese periodo de tiempo, entre 2001 y 2004, acabarían formando parte de su siguiente trabajo discográfico, producido por Carlos Suarez, responsable de la producción de la conocidísima “Aquí no hay playa” de Los Refrescos y coproductor del primer disco de Los Rodriguez, entre otros trabajos.A pesar de que la producción y la carrera del entonces trío apuntaba alto, de hecho estuvieron en la órbita de la multinacional EMI Odeon, el disco acabó finalmente editado por ellos mismos, una vez que entendieron que la respuesta de la compañía se haría esperar “sine die”, y para ello crearon su propio sello discográfico. En julio de 2005 y bajo el nombre esta vez de Niños Eléctricos(nombre con el que deciden rebautizarse para no entrar en conflictos de derechos con su anterior discográfica) publican “Pasatiempos”, en el que muestran un repertorio más cercano al rock contemporáneo, aunque con algún medio tiempo que resalta la vertiente más intimista de Juanma, por entonces ya responsable casi único, con la colaboración de su hermano, de la composición de las canciones de la banda.
La nueva andadura comenzó con enorme brío y grandes expectativas, pero pronto descubrieron la dificultad de transitar por la profesión “completamente solos” con el famoso lema “do ityourself” por bandera, tan en boga desde entonces para prácticamente todos los grupos nacionales. Las decepciones del pasado y cierto cansancio acumulado hizo mella en ellos y finalmente, a mediados de 2006, decidieron darse un tiempo para reflexionar.
Sin embargo, poco duró el parón, y poco más de un año más tarde, ya en 2007, no pueden evitar volver a reunirse para tocar y deciden volver a la carga otra vez, partiendo prácticamente de cero: nuevo repertorio, nuevo sonido, nuevo nombre… Se rebautizan entonces como La Montaña Rusa, y vuelven a dar la bienvenida a Jose Pedro,que poco más tarde deja ya su sitio de forma definitiva al bajista Alberto Abascal. Lejos ya de las viejas ambiciones de ser contratados por una multinacional y en plena crisis de la industria musical, se embarcan en este proyecto de tono más independiente y libre. Fruto de estos años de trabajoautoeditan los eps LMR,volumen1 en 2009 y su continuación natural unpar de años más tarde, LMR, volumen 2. Actúan por los escenarios más conocidos del panorama del rock nacional y hacen incluso alguna aparición televisiva. En 2013 publicaran el álbum “La hora delos valientes”, diez cortes que resumen 6 años de trabajo y que a la postre será el testimonio final de la banda, puesto que al poco de su publicación deciden poner punto y final a una carrera de 15 años juntos.
Pero el año siguiente,por muchas razones,será crucial para nuestro cantautor, que llevado por cuestiones personales se muda a vivir una temporada a Londres. Es allí donde movido por sus propias experiencias vitales y las expectativas no cumplidas, decide que “esto no ha acabado”y se plantea hacer lo que llevaba tiempo dando vueltas en su cabeza, emprender carrera en solitario. Empieza a entonces escribir canciones y textos en una especie de “brainstorming” catárquica y personal, y pronto se encuentra frente a un considerable puñado de temas nuevos, con un tono más intimista y personal del hasta entonces habitual.
El músico madrileño, acompañado por su guitarra acústica y su ármonica, entrará en el estudio de grabación de su buen amigo y productor Juan Olmos en los primeros meses de 2015, para comenzar a grabar “en crudo” todo su cancionero londinense (unos 16 temas). Poco a poco, alguno de esos bocetos van tomando forma y ese mismo verano convoca sucesivamente al canario Jorge Suarez a la batería, May Alean al bajo, Rafa Sala a las guitarras eléctricas y acústicas, y finalmente, a Rafa Rubio, que se encargará de los hammonds y pianos, para acabar dando forma a lo que será su primer álbum en solitario. Una banda experimentada capaz de arropar con solvencia y eficacia las composiciones de Juanma.
Aunque el protagonismo de las canciones sigarecayendo en las guitarras acústicas en el disco se pueden encontrar, ecos del sonido pop más puro “Cuando nos creíamos a salvo” “Ciudad interior” o cierto guiño al sonido de la penúltima hornada del rock ingles “La lluvia… o incluso cierto aire de rock sureño “Americana” o las confesionales “La Soledad… Belgravias y maga, con guiños al sonido pop folk más clásico.
Una vez masterizado el disco el músico madrileño, asolado una vez por las dudas, se toma un descanso y decide tomarse un periodo de reflexión que por momentos parece definitivo. Mientras se replantea su carrera, recibe la noticia más importante y feliz de su vida, la llegada al mundo de su primer hijo, Dylan, y poco tiempo después, no se sabe si como celebración de la feliz noticia y tal vez porque así debía ser tarde o temprano, entra en contacto con la compañía de discos afincada en Badalona INFINITO RECORDS para la publicación del disco, prevista para la navidad de 2016.